Es una expresión militar, que se extendió al uso popular, donde tomó varias interpretaciones. Una que coincide con la original es la de "contraseña", una palabra que se usa para reconocer a un aliado o una persona autorizada para un ingreso; y es que en España los soldados cristianos consultaban a un desconocido o a alguien que no podían distinguir en la oscuridad con el santo del día, y aquel debía responder con la seña elegida para ese mismo día por sus superiores, que era siempre una palabra arbitraria, informada solo a quien estuviese autorizado a pasar. En otro caso es sinónimo de "representativo", de algo o alguien que es reconocido por un grupo de admiradores o compañeros. También se usa para expresar que "se dijo todo sobre un asunto", aunque en realidad es «hasta el santo y seña», porque se dijo hasta lo que era secreto. Ver shibboleth, y ya que estamos, shibboleet, santoral.
Usado así en España
Este fragmento contiene algún extracto de santo y seña en docer.com.ar"...el viento nuevito/ pide santo y seña/ las hojas se mueven/ pero con cautela/ los muros rebeldes/ entran en sospecha/ pasa algo sencillo/ se acabó la siesta... (Mario Benedetti)"